El mundo de Parménides. Ensayos sobre la ilustración presocrática
Karl PopperAl leer por primera vez el maravilloso poema de Parménides cuando yo era un estudiante de dieciséis años, aprendí a mirar a Selene (la Luna) y Helios (el Sol) con ojos nuevos; ojos nuevos iluminados por su poesía. Parménides abrió mis ojos a la belleza poética de la Tierra y los cielos estrellados, y me enseñó además a contemplarlos con una nueva mirada escrutadora que trataba de determinar, como hace la propia Selene, la posición de Helios bajo el horizonte de la Tierra siguiendo la dirección de su "ansiosa mirada".
Estos ensayos se solapan en muchos puntos, lo que pone de relieve los repetidos intentos de resolver el problema de entender las ideas de los presocráticos. Creo que los ensayos ponen de manifiesto que hay tres cosmólogos a los que amo por encima de los demás: Jenófanes, Heráclito y Parménides.